Dios nos odia a todos y esos es evidente, si no, no nos hubiera dejado nacer en este mundo de idiotas e inútiles donde si quieres que algo se haga bien más te vale hacerlo a tí mismo. Dios no odia a todos, porque si no, no tiene ninguna explicación que todo el mundo se empeñe en ponerte trabas y pegas a todo lo que se te ocurre. Dios nos odia a todos, porque si no, no hubiera llenado este mundo de idiotas.